¿QUÉ HACER?
1. Disposición para el cambio. Querer cambiar la situación es clave para encontrar la solución de su problema. Para ello, es necesario reconocer que tienen ese problema y, sobre todo, tener ganas de solventarlo cuanto antes.
2. Marcarse objetivos. Para plantear el proceso de una mejor organización es bueno marcarse unos objetivos a corto plazo, que la persona debe cumplir. Así, tendrá la obligación de realizarlas en un tiempo determinado.
3. Buscar un modelo. Siempre para intentar cambiar un hábito adquirido con el tiempo es bueno buscar un patrón o modelo de buena disponibilidad. Es decir, un modelo que nos ayude a cumplir nuestros objetivos finales.
4. Intentar dinamizar las tareas. En gran medida, el dejar todo para el último día se puede deber a la desidia, el caos, la parsimonia y los malos hábitos. Por ello, es bueno intentar dinamizar nuestras actividades para no caer en estos hábitos. También es fundamental saber decir no a aquellas cosas que pueden sobrecargar peligrosamente nuestras agendas.
5. Rentabilizar el tiempo. La mejor manera de organizarse es establecer un horario, dando prioridad a las tareas más importantes. Una buena manera de hacerlo es clasificar las labores pendientes por orden de importancia y alternarlas, comenzando siempre por las que es mejor no retrasar indefinidamente.
Reportaje de la Edición Impresa de Psicologies nº 47
